
Cerca de 322.000 familias han llamado a la ventanilla de los bancos para pedirles que les presten dinero para comprarse una casa. Son unas 60.000 más que el año pasado hasta agosto, que es el último dato disponible, y da fe de cómo se está calentando el sector inmobiliario y que ha empezado ya a desbordar el vaso.
Es tal la avalancha de peticiones que la banca española reconoce que está empezando a rechazar hipotecas y lo hace en la mayor proporción de entre las cuatro grandes economías europeas (Alemania, Italia y Francia) y esto no es casual.
Aquí, en nuestro país se libra desde hace meses una auténtica batalla por captar clientes a través del mercado hipotecario y esto ha conducido a que las hipotecas que se conceden sean, con diferencia, las más baratas de la zona euro. El tipo medio es del 2,66%, frente al 3,3% de la Eurozona.
Si se analiza la última encuesta de préstamos bancarios del BCE, se observa «un aumento del número de rechazos en préstamos hipotecarios por primera vez desde el primer trimestre de 2024». España lidera las cifras, con un 20% de los bancos consultados que reconocen que efectivamente se están descartando más peticiones que tres meses atrás, de abril a junio, en la compra de vivienda.
El mercado está funcionando a toda capacidad. El número de hipotecas constituidas este año es un 23% superior al anterior (con cifras hasta agosto). No importa la evolución de precios. De hecho, es probablemente parte del origen de esta fiebre por adquirir piso que existe en España. Nadie quiere perderse la subida, bien para hacer negocio con ella, bien por no comprar más tarde a precios todavía superiores.